¿Hombres y mujeres aman por igual?
Helen Fisher, profesora de Ruters University de New Jersey, ha estudiado 58 culturas de todo el mundo y ha publicado libros como Anatomía del amor, Historia natural de la monogamia, Adulterio y divorcio, y Por que amamos, naturaleza y química del amor romántico.
Dicha autora sostiene que a las mujeres les apetece tanto hacer el amor como a los hombres, pero difieren en cuanto a las fantasías y circunstancias que despiertan su libido.
Los hombres se excitan más ante estímulos sexuales visuales y los signos de juventud, salud y fertilidad en las mujeres, por el contrario las mujeres se sienten más atraídas por los signos de compromiso, estatus y recursos materiales, el apetito sexual de las mujeres es más sensible, es por ello que las mujeres tienen una mayor tendencia a la bisexualidad.
Si bien la libido de la mujer es más intensa, también es menos constante, y su contexto social y emocional es más amplio, y es “exactamente igual de duradera en el transcurso vital.
Asistimos hoy a una gradual desaparición de la doble moral sexual. Las mujeres comienzan a tener experiencias sexuales más tempranamente, asimismo tienen más amantes antes del matrimonio y llevan a cabo más experimentos sexuales con sus parejas. Vemos así mujeres que disfrutan de la promiscuidad, otras que contratan los servicios de taxi boys, otras son bisexuales o lesbianas. Hoy en día las mujeres comienzan a expresar su sexualidad desde la temprana adolescencia hasta la vejez. H. Fischer opina que es “una vuelta, tal vez, a los modos de vida ancestrales de las mujeres.
Muchos son los factores que han contribuido al avance de la libertad sexual entre los que podemos señalar el predominio de la vida urbana, la disminución del analfabetismo, el desarrollo de la educación, una mayor independencia económica, el aumento de las tasas de divorcio, la reducción del tamaño de las familias como consecuencia de métodos confiables de contracepción y por último y no menos importante la influencia de los medios de comunicación (TV satelital, internet, etc.)
Origen del deseo sexual humano
El deseo sexual humano se origina en el hipotálamo (parte primitiva del cerebro), luego a través de una red de complejas conexiones y reacciones segrega elementos químicos que se vierten en la sangre y estimula las gónadas para que produzcan los andrógenos, en especial la testosterona y los estrógenos, en especial estradiol. También el córtex adrenal está involucrado en la función del erotismo humano.
El equilibro de todas estas sustancias que nos conducen a la cama es extremadamente complejo. La testosterona tiene un papel importantísimo.
Las mujeres con alto nivel de testosterona tienen más deseos sexuales como así también más pensamientos relacionados con el sexo que las mujeres con bajos niveles de testosterona, asimismo hacen el amor y se masturban con más frecuencia.
En el momento de la ovulación, cuando los niveles de estrógenos y de testosterona están muy elevados, algunas mujeres incrementan su deseo sexual, otras lo sienten después de la menstruación, como un efecto retardado de los altos niveles de testosterona que se producen a la mitad del ciclo menstrual. No se sabe si la testosterona tiene su punto álgido en el otoño, pero los niveles de testosterona en los hombres son más elevados en los meses de noviembre y diciembre (en el hemisferio norte).
Los niveles más altos de testosterona tanto en hombres como mujeres se produce alrededor del amanecer.
Podemos decir entonces que sólo somos hormonas que caminan, de ninguna manera, la expansión de nuestra corteza cerebral nos permite decidir cuándo, dónde, con quién y cómo expresar nuestros impulsos sexuales. Asimismo podemos decidir no expresarlos.
Los hábitos sexuales de hombres y mujeres difieren, y éstos se originan casi todos en la corteza de sus cerebros., pero también difieren desde el punto de vista genérico.
Los hombres tienen una mayor tendencia a recordar determinados aspectos de episodios sexuales pasados como puede ser una prenda de vestir, un aroma en particular. La psique femenina está menos sujeta a este tipo de “condicionamiento” A los hombres los estimula más lo visual y usan con más frecuencia materiales pornográficos visuales, no sorprende que los 500 millones de dólares que genera hoy por hoy el negocio de la pornografía en EE.UU. se deba casi exclusivamente al gasto masculino.
Helen Fisher sostiene que “esta necesidad masculina de mirar tiene un efecto darwiniano. Al mirar a una mujer, el hombre juzga la salud y el vigor de ésta. Al subir sus niveles de testosterona recibe el estímulo sexual que le lleva a cortejar a las que parecen, jóvenes y sanas, y fértiles”
Si bien a las mujeres también les excitan las imágenes, es en menor medida que a la hombres, a ellas les produce mayor excitación las palabras, las imágenes y los temas románticos de las películas e historias, estas fantasías sexuales incluyen el afecto y el compromiso, les interesan las palabras, son más sensibles a las caricias corporales y se interesan más por la gente. Estas preferencias por la charla, las caricias y las relaciones románticas con parejas previamente conocidas “tiene muy probablemente un objetivo evolutivo, La mujer se arriesga a quedarse embarazada cuando hace el amor”. (Helen Fisher, “El Primer sexo”2001, Grupo Santillana Editores. Los productores de películas porno de EE.UU. han comenzado a tener en cuenta estos gustos femeninos y a fin de captar una clientela femenina incluyen en sus producciones algunos diálogos y una apariencia de argumento romántico.
Cuándo y cómo nos enamoramos
Helen nos descubre las claves porque nos enamoramos de alguien, las claves según ella es importante el tiempo y los elementos culturales, se deben encontrar en el momento para enamorarse, también habla del perfil inconsciente que buscamos en base a nuestra infancia nuestra experiencia, nuestros padres, nuestro entorno, del colegio, de cuando conseguimos el momento adecuado y encontramos a la persona que encaja en ese perfil, es entonces cuando los circuitos cerebrales pueden ponerse en funcionamiento, y producir las reacciones químicas, pero que no se va a elegir una persona determinada, en el hombre es muy típico la belleza y la juventud, en la mujeres impresiona mas la riqueza y la buena posición; la mujer le entra mas por los ojos, la mujer es mas sensible a la palabra y a los detalles.
Cuando nos enamoramos se produce una proyección en el cerebro en la química de los circuitos cerebrales. Fisher estudió los cerebros enamorados y descubrió varias cosas:
1) vio que la dopamina, la norepirefrina y la serotonina, son las sustancias que ha detectado, son como drogas naturales cuando nos enamoramos, esa especie de locura que acompaña al estado de estar enamorados lo producen los altos nveles de dopamina y norepirefrina, y el nivel bajo de serotonina,
2) la dopamina además de aumentar la testosterona la hormona del deseo sexual, está asociada a una gran euforia y dependencia, que son síntomas de adicción,
3) el alto nivel de norepirefrina produce euforia y perdida de apetito,
4) el bajo nivel de serotonina tiene que ver con la obsesión de estar con el amado, de querer estar con el amado.
Fisher arribó a estos resultados sobre la base de dos estudios. Uno, realizado con la ayuda de la neuróloga de la Facultad de Medicina Albert Einstein de la University College in London, Lucy Brown, que consistió en escanear el cerebro de 34 personas mientras miraban la foto de la persona por la que sentían una atracción física. Mientras lo hacían, las imágenes de estos cerebros mostraron elevados niveles de dopamina o noradrenalina, o de ambos, tanto como una disminución en los niveles de serotonina.
La otra investigación consistió en una encuesta consistente en preguntas y respuestas que se realizó a 800 personas con la precondición de que cada una de ellas hubiera vivido, alguna vez, el amor pasional. El 80% de las respuestas reveló que la pasión sólo duró entre 1 y 3 años.
De este modo Fisher concluyó: "La pasión dinamiza en el cerebro más o menos la presencia de tres neurotransmisores y tiene una duración de entre 1 y 3 años Después, el amor y la confianza pueden extender la duración de la pareja una década o más".
Una encuesta de la Universidad de Cornell, de Nueva York, apunta en el mismo sentido: cinco mil personas entrevistadas de 37 culturas diferentes coincidieron en que la pasión dura entre 18 y 30 meses
Los estudios realizados sobre mujeres de culturas y tribus muy distintos, daba el plazo mas habitual de divorcio en 4 años tras el matrimonio, también estudio que en otras especies que buscan vínculos similares a los humanos aparecen similares pautas de conducta, así elabora la teoría del ciclo reproductor de 4 años.
La seducción y el enamoramiento cambian a través del tiempo, la seducción primera es impulsiva, acelerada, pero ese primer momento se sosiega se calma ,aparecen otras etapas de la pareja, donde algunas llegan a crecer a enriquecerse a sentirse bien y otros ven las partes negativas que las positivas de su pareja, puede ser principio de ruptura, entendido como que se acabó el amor.
Según la Doctora Otero Lozada, el proceso o acto de enamorarnos , podría estar relacionado con un proceso de la memoria en la región límbica del cerebro, a pesar que tanto hombres como mujeres muestran el amor romántico con la misma intensidad, el proceso de enamoramiento y lujuria son similares en los dos sexos, pero las mujeres al ser mas ciclotímicas muestran mas los vaivenes emocionales, que además de lo cultural hay una diferenciación del cerebro continua, procesamos e internalizamos las cosas de una forma distinta, según la citada doctora Otero Lozada investigadora en el laboratio Conicet en el laboratorio de emociones sensoriales, respecto al enamoramiento habla de distintos tipos de amor y a las sustancias químicas con que lo asocia
Lo cierto según la doctora Otero es que la pasión se desvanece debido a que debido a que el organismo se acostumbra a los niveles hormonales y disminuye con los años el estado de excitación e euforia, para Otero Lozano, el problema no es la perdida de pasión sino que el vinculo se vuelva calmo pero monótono, seguro pero aburrido, duradero pero claustrofóbico, el otro puede no producir ninguna motivación, dejarse estar, eso puede llevar a la depresión, es trabajar la calidad y la cantidad de emoción para dar lugar a sentimientos mas emocionales y afectivos,
Ella se pregunta hay una tolerancia farmacológica, si una persona se enamora muchas veces, va perdiendo la capacidad de enamorarse, ella comenta que si ve necesario la existencia de nuevos estímulos para despertar la capacidad de enamorarse, si se puede hablar de cierta tolerancia dado que haría falta estímulos mas intensos para llegar al enamoramiento, además de la situación y de la vasopresina, el sexo aumenta, el sexo aumenta la serotonina y el estado de animo, también la risa el chocolate, la actividad física aumentan
Cuando de mucha pasión hablamos de niveles bajos de serotonina, eso puede llevar a enfermar de amor a un problema obsesivo, como fue el caso en la historia de España de Juana la Loca y Felipe el hermoso, aunque real respecto a los celos.
El alcohol baja los niveles de serotonina, por eso después de una noche de copas hombres y mujeres se prestan mas fácilmente a la pasión.
Los antidepresivos se plantea la doctora Otero, las personas que los consumen ponen en peligro su capacidad de enamorarse, al mantener estables con ellos la serotonina, se mantienen mas tiempo en el cerebro de lo normal, lo que produce una depresión gonadal, lo que hace que las personas se sientan apáticas, desganadas, desincentivadas, pero eso no impide enamorarse, aunque lo puede hacer mas complicado.
"En el amor pasional nos obsesionamos por nuestro amado y estamos en éxtasis. Es un estado que no podemos controlar", sintetiza Fisher, Y si la pasión es un estado de fiebre que toda persona disfruta cuando vive y anhela cuando no la tiene, quizás sea oportuna la conclusión de Hoffmann: "Pedirle a la química que haga todo es ponerle un plazo biológico a la relación".
Una verdad que no puede perderse de vista. Hoy las relaciones amorosas empiezan donde 50 años atrás las parejas concluían. "Las relaciones tradicionales ponían primero el acento en el desarrollo del vínculo afectivo, emocional, familiar y recién después venía el sexo. Ahora es al revés. El sexo está al principio y después hay que construir la intimidad, la ternura y un compromiso", analiza el médico psicoanalista, Emiliano Galende.
"El compromiso con otra persona u otras personas, particularmente un compromiso incondicional y, más aún, un compromiso del tipo ''hasta que la muerte nos separe, en las buenas y en las malas, en la riqueza y en la pobreza'', se parece cada vez más a una trampa que debe evitarse a cualquier precio", describe el crítico de la posmodernidad, el escritor polaco Zygmunt Bauman, en su libro "Amor líquido"..
Quizás una fórmula para sobrevivir a estos tiempos sea, como sugiere Hoffmann, "construir el amor a través de actos de confianza que refuercen el vínculo y con pruebas de la eficacia que cada uno tiene para contener al otro".
Según el experto en el cerebro de la Universidad de Edimburgo, Gareth Leng, la hormona oxitocina ayuda a forjar lazos permanentes entre amantes tras la primera oleada de emoción.
La hormona actúa "cambiando las conexiones" de los miles de millones de circuitos cerebrales.
Comportamiento maternal
Leng señala que la oxitocina ayuda a afianzar el vínculo entre una madre y su bebé, y se produce tanto durante un parto como un orgasmo.
Lo que hace es funcionar como un “interruptor central”, e el cerebro, que abre nuevos patrones de interacción entre las células nerviosas.
Pero, al explicar por qué algunos cerebros no se enamoran, Leng le da una excusa fisiológica a los tantos (y tantas) aficionados al principio de una relación y detractores del "mañana".
Y es que quienes tienen menos receptores cerebrales de los que se necesitan para recibir la oxitocina pueden tener dificultades al tratar de establecer lazos permanentes con su pareja.
Varias investigaciones han descubierto que la hormona, que es producida en grandes cantidades por el cerebro durante el parto y cuando hay actividad sexual, es importante para incitar el comportamiento maternal en los animales.
Leng realizó sus estudios con ratones de la pradera y explica que "los ratones de pradera tienen una sola pareja toda la vida, y ese lazo se establece durante 48 horas de intensa actividad sexual que es también la primera experiencia sexual
"Durante ese período, grandes cantidades de oxitocina son producidos en el cerebro", agrega. "Los ratones de pradera tienen receptores de oxitocina en diferentes partes del cerebro y los científicos descubrieron que si bloquean esos receptores, no se establece ese vínculo en las hembras".
"Comprender el proceso es esencial para entender cómo las drogas pueden influenciar el genio y el comportamiento -para bien o para mal", concluye Leng.
Deseo, romance y apego
El amor romántico está ligado al deseo: esto es la necesidad de satisfacción sexual y el apego, los sentimientos de calma , seguridad y unión con una pareja de larga duración.
El deseo, tanto en hombres como mujeres está asociado a la testosterona. El amor romántico está asociado a la dopamina y tal vez a la norepinefrina y la serotonina, y los sentimientos de apego entre el macho y la hembra están producidos principalmente por la oxitocina y la vasopresina.
El amor romántico surgió como la necesidad de hombres y mujeres de centrar su atención en la pareja como un individuo elegido entre los demás, y los circuitos cerebrales del apego, en macho y hembra se desarrollaron para permitir que nuestros antepasados vivieran con su pareja, lo suficiente para criar un hijo juntos durante su infancia
Estas tres redes cerebrales, el deseo, la del amor romántico y el apego son multifuncionales esto es sirve para hacer y mantener amigos proporcionar placer y aventura, tonificar los músculos y relajar la mente
El amor romántico no puede estimular a mantener una relación de pareja o a enamorarnos de otra persona e iniciar los trámites de divorcio, el apego nos permite expresar un verdadero afecto, por la pareja, por los hijos y por los amigos.
El deseo.
El deseo y el amor romántico son dos sentimientos muy distintos, de hecho pocas personas en la sociedad occidental confunden ambos sentimientos
Lo mismo ocurre con personas e otras culturas que reconocen fácilmente estos sentimientos. Los científicos han descubierto que el deseo y el amor romántico están asociados con distintas constelaciones cerebrales
El deseo está relacionado con una hormona: la testosterona. Hombres y mujeres con altos niveles de testosterona en circulación tienden a desarrollar una mayor actividad sexual, y las mujeres maduras que toman testosterona aumentan su deseo sexual. Las mujeres sienten un mayor deseo sexual cuando están por ovular, debido a que aumentan los niveles de testosterona.
A medida que los niveles de estrógeno van disminuyendo con la menopausia, los niveles de testosterona y otro andrógenos quedan al descubierto. En un estudio realizado con mujeres de mediana edad, casi el 40 por ciento se quejó de no practicar el sexo lo suficiente.
Ya vimos que hombres y mujeres se estimulan sexualmente de forma diferente.
¿Qué desencadena el deseo sexual cuando nos enamoramos?
La dopamina, responsable del amor romántico, puede estimular la liberación de testosterona, la hormona sexual del deseo.
Cuando hombres y mujeres afectados por una depresión toman una medicación que eleve los niveles de dopamina en el cerebro, su impulso sexual por lo general mejora.
Hablando en general, la dopamina y la norepinefrina despiertan el deseo sexual muy probablemente porque elevan los niveles de testosternona.
Es la inversa cierta, puede el deseo desencadenar en amor?
El deseo no conduce necesariamente a la pasión y la obsesión del amor romántico. Los atletas que se inyectan andrógenos sintéticos para aumentar su musculatura no se enamoran cuando toman estos fármacos
“Los circuitos cerebrales del deseo no encienden necesariamente el fuego del amor.” (H.Fisher)
No quiere decir esto que el deseo sexual nunca devenga en amor romántico
Es por ello que es peligroso copular con alguien con quien no se quiere tener compromiso pues puede ocurrir que la química cerebral nos traicione y terminemos enamorándonos..
El apego.
A medida que pasa el tiempo el amor se transforma se hace más reposado, más profundo, la obsesión el éxtasis se disuelven, pero si somos afortunados, esos sentimientos mágicos se transforman en otros nuevos como la seguridad, la calma, la comodidad , la unión con la pareja.
Los brasileños tienen un proverbio poético que distingue ambos sentimientos y dice así: “el amor nace de una mirada y madura en una sonrisa”
Cuáles son las sustancias químicas que intervienen en este sentimiento de fusión con la pareja de larga duración?. La mayoría de los científicos actualmente piensan que la vasopresina y la oxitocina, hormonas estrechamente relacionadas entre sí y fabricadas principalmente en el hipotálamo y en las gónadas producen muchas de las conductas relacionadas con el apego
La naturaleza ha dotado a los mamíferos de una sustancia química para que desarrollen el instinto paternal: la vasopresina.
La oxitocina y la vasopresina se fabrican en el hipotálamo, así como en los ovarios y en los testículos. La oxitocina se libera en todas las hembras de los mamíferos (incluidas las mujeres) durante el proceso del parto, lo que permite las contracciones del útero y estimula las glándulas mamarias para producir leche. Hoy se ha determinado que la oxitocina estimula también la unión entre madre e hijo.
Actualmente muchos creen que la oxitocina está también relacionada con los sentimientos de apego entre el macho y la hembra adultos.
Estas hormonas las segregamos en los momentos álgidos de la relación sexual, durante la estimulación de los genitales o los pezones y durante el orgasmo. Durante el orgasmos aumentan los niveles de vasopresina en los hombres y de oxitocina en las mujeres. Estas sustancias químicas “del abrazo” son las que contribuyen a la sensación de fusión , de cercanía de apego que se experimenta después de haber disfrutado un encuentro sexual placentero con el ser amado.
Resumiendo la química del apego puede desencadenar el deseo y la química del deseo puede desencadenar expresiones de apego
Sin embargo estas hormonas pueden tener efectos negativos entre sí. Altos niveles de testosterona pueden reducir los niveles de vasopresina y de oxitocina, y los niveles elevados de vasopresina pueden reducir los niveles de testosterona
Los hombre con elevados niveles de testosterona se casan menos frecuentemente , tienen más relaciones adúlteras, comenten abuso conyugal y se divorcian con más frecuencia.
Cuando el matrimonio de un hombre tambalea aumentan los niveles de testosterona , y más aún cuando se divorcia .Los hombres solteros tienden a tener niveles más elevados de testosterona que los casados.
También ocurre que cuando el apego del hombre hacia su familia va en aumento, los niveles de testosterona descienden. Incluso cuando un hombre tiene a un bebé en brazos, sus niveles de testosterona descienden.
Tal vez esto explique por qué los hombres y mujeres que forman matrimonios estables pasan menos tiempo haciendo el amor.
Los sentimientos de apego pueden disminuir el éxtasis del romance reemplazándolo por un sentimiento de unión profunda con la pareja.
Pareciera ser que neurológicamente somos capaces de amar a más de una persona a la vez. Se puede sentir profundo apego por quien es su cónyuge hace mucho tiempo, a la vez sentir pasión romántica por alguien de su entorno social y al mismo tiempo experimentar un deseo sexual mientras lee un libro mira una película sin que tenga ninguna relación con las otras personas
Dicha autora sostiene que a las mujeres les apetece tanto hacer el amor como a los hombres, pero difieren en cuanto a las fantasías y circunstancias que despiertan su libido.
Los hombres se excitan más ante estímulos sexuales visuales y los signos de juventud, salud y fertilidad en las mujeres, por el contrario las mujeres se sienten más atraídas por los signos de compromiso, estatus y recursos materiales, el apetito sexual de las mujeres es más sensible, es por ello que las mujeres tienen una mayor tendencia a la bisexualidad.
Si bien la libido de la mujer es más intensa, también es menos constante, y su contexto social y emocional es más amplio, y es “exactamente igual de duradera en el transcurso vital.
Asistimos hoy a una gradual desaparición de la doble moral sexual. Las mujeres comienzan a tener experiencias sexuales más tempranamente, asimismo tienen más amantes antes del matrimonio y llevan a cabo más experimentos sexuales con sus parejas. Vemos así mujeres que disfrutan de la promiscuidad, otras que contratan los servicios de taxi boys, otras son bisexuales o lesbianas. Hoy en día las mujeres comienzan a expresar su sexualidad desde la temprana adolescencia hasta la vejez. H. Fischer opina que es “una vuelta, tal vez, a los modos de vida ancestrales de las mujeres.
Muchos son los factores que han contribuido al avance de la libertad sexual entre los que podemos señalar el predominio de la vida urbana, la disminución del analfabetismo, el desarrollo de la educación, una mayor independencia económica, el aumento de las tasas de divorcio, la reducción del tamaño de las familias como consecuencia de métodos confiables de contracepción y por último y no menos importante la influencia de los medios de comunicación (TV satelital, internet, etc.)
Origen del deseo sexual humano
El deseo sexual humano se origina en el hipotálamo (parte primitiva del cerebro), luego a través de una red de complejas conexiones y reacciones segrega elementos químicos que se vierten en la sangre y estimula las gónadas para que produzcan los andrógenos, en especial la testosterona y los estrógenos, en especial estradiol. También el córtex adrenal está involucrado en la función del erotismo humano.
El equilibro de todas estas sustancias que nos conducen a la cama es extremadamente complejo. La testosterona tiene un papel importantísimo.
Las mujeres con alto nivel de testosterona tienen más deseos sexuales como así también más pensamientos relacionados con el sexo que las mujeres con bajos niveles de testosterona, asimismo hacen el amor y se masturban con más frecuencia.
En el momento de la ovulación, cuando los niveles de estrógenos y de testosterona están muy elevados, algunas mujeres incrementan su deseo sexual, otras lo sienten después de la menstruación, como un efecto retardado de los altos niveles de testosterona que se producen a la mitad del ciclo menstrual. No se sabe si la testosterona tiene su punto álgido en el otoño, pero los niveles de testosterona en los hombres son más elevados en los meses de noviembre y diciembre (en el hemisferio norte).
Los niveles más altos de testosterona tanto en hombres como mujeres se produce alrededor del amanecer.
Podemos decir entonces que sólo somos hormonas que caminan, de ninguna manera, la expansión de nuestra corteza cerebral nos permite decidir cuándo, dónde, con quién y cómo expresar nuestros impulsos sexuales. Asimismo podemos decidir no expresarlos.
Los hábitos sexuales de hombres y mujeres difieren, y éstos se originan casi todos en la corteza de sus cerebros., pero también difieren desde el punto de vista genérico.
Los hombres tienen una mayor tendencia a recordar determinados aspectos de episodios sexuales pasados como puede ser una prenda de vestir, un aroma en particular. La psique femenina está menos sujeta a este tipo de “condicionamiento” A los hombres los estimula más lo visual y usan con más frecuencia materiales pornográficos visuales, no sorprende que los 500 millones de dólares que genera hoy por hoy el negocio de la pornografía en EE.UU. se deba casi exclusivamente al gasto masculino.
Helen Fisher sostiene que “esta necesidad masculina de mirar tiene un efecto darwiniano. Al mirar a una mujer, el hombre juzga la salud y el vigor de ésta. Al subir sus niveles de testosterona recibe el estímulo sexual que le lleva a cortejar a las que parecen, jóvenes y sanas, y fértiles”
Si bien a las mujeres también les excitan las imágenes, es en menor medida que a la hombres, a ellas les produce mayor excitación las palabras, las imágenes y los temas románticos de las películas e historias, estas fantasías sexuales incluyen el afecto y el compromiso, les interesan las palabras, son más sensibles a las caricias corporales y se interesan más por la gente. Estas preferencias por la charla, las caricias y las relaciones románticas con parejas previamente conocidas “tiene muy probablemente un objetivo evolutivo, La mujer se arriesga a quedarse embarazada cuando hace el amor”. (Helen Fisher, “El Primer sexo”2001, Grupo Santillana Editores. Los productores de películas porno de EE.UU. han comenzado a tener en cuenta estos gustos femeninos y a fin de captar una clientela femenina incluyen en sus producciones algunos diálogos y una apariencia de argumento romántico.
Cuándo y cómo nos enamoramos
Helen nos descubre las claves porque nos enamoramos de alguien, las claves según ella es importante el tiempo y los elementos culturales, se deben encontrar en el momento para enamorarse, también habla del perfil inconsciente que buscamos en base a nuestra infancia nuestra experiencia, nuestros padres, nuestro entorno, del colegio, de cuando conseguimos el momento adecuado y encontramos a la persona que encaja en ese perfil, es entonces cuando los circuitos cerebrales pueden ponerse en funcionamiento, y producir las reacciones químicas, pero que no se va a elegir una persona determinada, en el hombre es muy típico la belleza y la juventud, en la mujeres impresiona mas la riqueza y la buena posición; la mujer le entra mas por los ojos, la mujer es mas sensible a la palabra y a los detalles.
Cuando nos enamoramos se produce una proyección en el cerebro en la química de los circuitos cerebrales. Fisher estudió los cerebros enamorados y descubrió varias cosas:
1) vio que la dopamina, la norepirefrina y la serotonina, son las sustancias que ha detectado, son como drogas naturales cuando nos enamoramos, esa especie de locura que acompaña al estado de estar enamorados lo producen los altos nveles de dopamina y norepirefrina, y el nivel bajo de serotonina,
2) la dopamina además de aumentar la testosterona la hormona del deseo sexual, está asociada a una gran euforia y dependencia, que son síntomas de adicción,
3) el alto nivel de norepirefrina produce euforia y perdida de apetito,
4) el bajo nivel de serotonina tiene que ver con la obsesión de estar con el amado, de querer estar con el amado.
Fisher arribó a estos resultados sobre la base de dos estudios. Uno, realizado con la ayuda de la neuróloga de la Facultad de Medicina Albert Einstein de la University College in London, Lucy Brown, que consistió en escanear el cerebro de 34 personas mientras miraban la foto de la persona por la que sentían una atracción física. Mientras lo hacían, las imágenes de estos cerebros mostraron elevados niveles de dopamina o noradrenalina, o de ambos, tanto como una disminución en los niveles de serotonina.
La otra investigación consistió en una encuesta consistente en preguntas y respuestas que se realizó a 800 personas con la precondición de que cada una de ellas hubiera vivido, alguna vez, el amor pasional. El 80% de las respuestas reveló que la pasión sólo duró entre 1 y 3 años.
De este modo Fisher concluyó: "La pasión dinamiza en el cerebro más o menos la presencia de tres neurotransmisores y tiene una duración de entre 1 y 3 años Después, el amor y la confianza pueden extender la duración de la pareja una década o más".
Una encuesta de la Universidad de Cornell, de Nueva York, apunta en el mismo sentido: cinco mil personas entrevistadas de 37 culturas diferentes coincidieron en que la pasión dura entre 18 y 30 meses
Los estudios realizados sobre mujeres de culturas y tribus muy distintos, daba el plazo mas habitual de divorcio en 4 años tras el matrimonio, también estudio que en otras especies que buscan vínculos similares a los humanos aparecen similares pautas de conducta, así elabora la teoría del ciclo reproductor de 4 años.
La seducción y el enamoramiento cambian a través del tiempo, la seducción primera es impulsiva, acelerada, pero ese primer momento se sosiega se calma ,aparecen otras etapas de la pareja, donde algunas llegan a crecer a enriquecerse a sentirse bien y otros ven las partes negativas que las positivas de su pareja, puede ser principio de ruptura, entendido como que se acabó el amor.
Según la Doctora Otero Lozada, el proceso o acto de enamorarnos , podría estar relacionado con un proceso de la memoria en la región límbica del cerebro, a pesar que tanto hombres como mujeres muestran el amor romántico con la misma intensidad, el proceso de enamoramiento y lujuria son similares en los dos sexos, pero las mujeres al ser mas ciclotímicas muestran mas los vaivenes emocionales, que además de lo cultural hay una diferenciación del cerebro continua, procesamos e internalizamos las cosas de una forma distinta, según la citada doctora Otero Lozada investigadora en el laboratio Conicet en el laboratorio de emociones sensoriales, respecto al enamoramiento habla de distintos tipos de amor y a las sustancias químicas con que lo asocia
Lo cierto según la doctora Otero es que la pasión se desvanece debido a que debido a que el organismo se acostumbra a los niveles hormonales y disminuye con los años el estado de excitación e euforia, para Otero Lozano, el problema no es la perdida de pasión sino que el vinculo se vuelva calmo pero monótono, seguro pero aburrido, duradero pero claustrofóbico, el otro puede no producir ninguna motivación, dejarse estar, eso puede llevar a la depresión, es trabajar la calidad y la cantidad de emoción para dar lugar a sentimientos mas emocionales y afectivos,
Ella se pregunta hay una tolerancia farmacológica, si una persona se enamora muchas veces, va perdiendo la capacidad de enamorarse, ella comenta que si ve necesario la existencia de nuevos estímulos para despertar la capacidad de enamorarse, si se puede hablar de cierta tolerancia dado que haría falta estímulos mas intensos para llegar al enamoramiento, además de la situación y de la vasopresina, el sexo aumenta, el sexo aumenta la serotonina y el estado de animo, también la risa el chocolate, la actividad física aumentan
Cuando de mucha pasión hablamos de niveles bajos de serotonina, eso puede llevar a enfermar de amor a un problema obsesivo, como fue el caso en la historia de España de Juana la Loca y Felipe el hermoso, aunque real respecto a los celos.
El alcohol baja los niveles de serotonina, por eso después de una noche de copas hombres y mujeres se prestan mas fácilmente a la pasión.
Los antidepresivos se plantea la doctora Otero, las personas que los consumen ponen en peligro su capacidad de enamorarse, al mantener estables con ellos la serotonina, se mantienen mas tiempo en el cerebro de lo normal, lo que produce una depresión gonadal, lo que hace que las personas se sientan apáticas, desganadas, desincentivadas, pero eso no impide enamorarse, aunque lo puede hacer mas complicado.
"En el amor pasional nos obsesionamos por nuestro amado y estamos en éxtasis. Es un estado que no podemos controlar", sintetiza Fisher, Y si la pasión es un estado de fiebre que toda persona disfruta cuando vive y anhela cuando no la tiene, quizás sea oportuna la conclusión de Hoffmann: "Pedirle a la química que haga todo es ponerle un plazo biológico a la relación".
Una verdad que no puede perderse de vista. Hoy las relaciones amorosas empiezan donde 50 años atrás las parejas concluían. "Las relaciones tradicionales ponían primero el acento en el desarrollo del vínculo afectivo, emocional, familiar y recién después venía el sexo. Ahora es al revés. El sexo está al principio y después hay que construir la intimidad, la ternura y un compromiso", analiza el médico psicoanalista, Emiliano Galende.
"El compromiso con otra persona u otras personas, particularmente un compromiso incondicional y, más aún, un compromiso del tipo ''hasta que la muerte nos separe, en las buenas y en las malas, en la riqueza y en la pobreza'', se parece cada vez más a una trampa que debe evitarse a cualquier precio", describe el crítico de la posmodernidad, el escritor polaco Zygmunt Bauman, en su libro "Amor líquido"..
Quizás una fórmula para sobrevivir a estos tiempos sea, como sugiere Hoffmann, "construir el amor a través de actos de confianza que refuercen el vínculo y con pruebas de la eficacia que cada uno tiene para contener al otro".
Según el experto en el cerebro de la Universidad de Edimburgo, Gareth Leng, la hormona oxitocina ayuda a forjar lazos permanentes entre amantes tras la primera oleada de emoción.
La hormona actúa "cambiando las conexiones" de los miles de millones de circuitos cerebrales.
Comportamiento maternal
Leng señala que la oxitocina ayuda a afianzar el vínculo entre una madre y su bebé, y se produce tanto durante un parto como un orgasmo.
Lo que hace es funcionar como un “interruptor central”, e el cerebro, que abre nuevos patrones de interacción entre las células nerviosas.
Pero, al explicar por qué algunos cerebros no se enamoran, Leng le da una excusa fisiológica a los tantos (y tantas) aficionados al principio de una relación y detractores del "mañana".
Y es que quienes tienen menos receptores cerebrales de los que se necesitan para recibir la oxitocina pueden tener dificultades al tratar de establecer lazos permanentes con su pareja.
Varias investigaciones han descubierto que la hormona, que es producida en grandes cantidades por el cerebro durante el parto y cuando hay actividad sexual, es importante para incitar el comportamiento maternal en los animales.
Leng realizó sus estudios con ratones de la pradera y explica que "los ratones de pradera tienen una sola pareja toda la vida, y ese lazo se establece durante 48 horas de intensa actividad sexual que es también la primera experiencia sexual
"Durante ese período, grandes cantidades de oxitocina son producidos en el cerebro", agrega. "Los ratones de pradera tienen receptores de oxitocina en diferentes partes del cerebro y los científicos descubrieron que si bloquean esos receptores, no se establece ese vínculo en las hembras".
"Comprender el proceso es esencial para entender cómo las drogas pueden influenciar el genio y el comportamiento -para bien o para mal", concluye Leng.
Deseo, romance y apego
El amor romántico está ligado al deseo: esto es la necesidad de satisfacción sexual y el apego, los sentimientos de calma , seguridad y unión con una pareja de larga duración.
El deseo, tanto en hombres como mujeres está asociado a la testosterona. El amor romántico está asociado a la dopamina y tal vez a la norepinefrina y la serotonina, y los sentimientos de apego entre el macho y la hembra están producidos principalmente por la oxitocina y la vasopresina.
El amor romántico surgió como la necesidad de hombres y mujeres de centrar su atención en la pareja como un individuo elegido entre los demás, y los circuitos cerebrales del apego, en macho y hembra se desarrollaron para permitir que nuestros antepasados vivieran con su pareja, lo suficiente para criar un hijo juntos durante su infancia
Estas tres redes cerebrales, el deseo, la del amor romántico y el apego son multifuncionales esto es sirve para hacer y mantener amigos proporcionar placer y aventura, tonificar los músculos y relajar la mente
El amor romántico no puede estimular a mantener una relación de pareja o a enamorarnos de otra persona e iniciar los trámites de divorcio, el apego nos permite expresar un verdadero afecto, por la pareja, por los hijos y por los amigos.
El deseo.
El deseo y el amor romántico son dos sentimientos muy distintos, de hecho pocas personas en la sociedad occidental confunden ambos sentimientos
Lo mismo ocurre con personas e otras culturas que reconocen fácilmente estos sentimientos. Los científicos han descubierto que el deseo y el amor romántico están asociados con distintas constelaciones cerebrales
El deseo está relacionado con una hormona: la testosterona. Hombres y mujeres con altos niveles de testosterona en circulación tienden a desarrollar una mayor actividad sexual, y las mujeres maduras que toman testosterona aumentan su deseo sexual. Las mujeres sienten un mayor deseo sexual cuando están por ovular, debido a que aumentan los niveles de testosterona.
A medida que los niveles de estrógeno van disminuyendo con la menopausia, los niveles de testosterona y otro andrógenos quedan al descubierto. En un estudio realizado con mujeres de mediana edad, casi el 40 por ciento se quejó de no practicar el sexo lo suficiente.
Ya vimos que hombres y mujeres se estimulan sexualmente de forma diferente.
¿Qué desencadena el deseo sexual cuando nos enamoramos?
La dopamina, responsable del amor romántico, puede estimular la liberación de testosterona, la hormona sexual del deseo.
Cuando hombres y mujeres afectados por una depresión toman una medicación que eleve los niveles de dopamina en el cerebro, su impulso sexual por lo general mejora.
Hablando en general, la dopamina y la norepinefrina despiertan el deseo sexual muy probablemente porque elevan los niveles de testosternona.
Es la inversa cierta, puede el deseo desencadenar en amor?
El deseo no conduce necesariamente a la pasión y la obsesión del amor romántico. Los atletas que se inyectan andrógenos sintéticos para aumentar su musculatura no se enamoran cuando toman estos fármacos
“Los circuitos cerebrales del deseo no encienden necesariamente el fuego del amor.” (H.Fisher)
No quiere decir esto que el deseo sexual nunca devenga en amor romántico
Es por ello que es peligroso copular con alguien con quien no se quiere tener compromiso pues puede ocurrir que la química cerebral nos traicione y terminemos enamorándonos..
El apego.
A medida que pasa el tiempo el amor se transforma se hace más reposado, más profundo, la obsesión el éxtasis se disuelven, pero si somos afortunados, esos sentimientos mágicos se transforman en otros nuevos como la seguridad, la calma, la comodidad , la unión con la pareja.
Los brasileños tienen un proverbio poético que distingue ambos sentimientos y dice así: “el amor nace de una mirada y madura en una sonrisa”
Cuáles son las sustancias químicas que intervienen en este sentimiento de fusión con la pareja de larga duración?. La mayoría de los científicos actualmente piensan que la vasopresina y la oxitocina, hormonas estrechamente relacionadas entre sí y fabricadas principalmente en el hipotálamo y en las gónadas producen muchas de las conductas relacionadas con el apego
La naturaleza ha dotado a los mamíferos de una sustancia química para que desarrollen el instinto paternal: la vasopresina.
La oxitocina y la vasopresina se fabrican en el hipotálamo, así como en los ovarios y en los testículos. La oxitocina se libera en todas las hembras de los mamíferos (incluidas las mujeres) durante el proceso del parto, lo que permite las contracciones del útero y estimula las glándulas mamarias para producir leche. Hoy se ha determinado que la oxitocina estimula también la unión entre madre e hijo.
Actualmente muchos creen que la oxitocina está también relacionada con los sentimientos de apego entre el macho y la hembra adultos.
Estas hormonas las segregamos en los momentos álgidos de la relación sexual, durante la estimulación de los genitales o los pezones y durante el orgasmo. Durante el orgasmos aumentan los niveles de vasopresina en los hombres y de oxitocina en las mujeres. Estas sustancias químicas “del abrazo” son las que contribuyen a la sensación de fusión , de cercanía de apego que se experimenta después de haber disfrutado un encuentro sexual placentero con el ser amado.
Resumiendo la química del apego puede desencadenar el deseo y la química del deseo puede desencadenar expresiones de apego
Sin embargo estas hormonas pueden tener efectos negativos entre sí. Altos niveles de testosterona pueden reducir los niveles de vasopresina y de oxitocina, y los niveles elevados de vasopresina pueden reducir los niveles de testosterona
Los hombre con elevados niveles de testosterona se casan menos frecuentemente , tienen más relaciones adúlteras, comenten abuso conyugal y se divorcian con más frecuencia.
Cuando el matrimonio de un hombre tambalea aumentan los niveles de testosterona , y más aún cuando se divorcia .Los hombres solteros tienden a tener niveles más elevados de testosterona que los casados.
También ocurre que cuando el apego del hombre hacia su familia va en aumento, los niveles de testosterona descienden. Incluso cuando un hombre tiene a un bebé en brazos, sus niveles de testosterona descienden.
Tal vez esto explique por qué los hombres y mujeres que forman matrimonios estables pasan menos tiempo haciendo el amor.
Los sentimientos de apego pueden disminuir el éxtasis del romance reemplazándolo por un sentimiento de unión profunda con la pareja.
Pareciera ser que neurológicamente somos capaces de amar a más de una persona a la vez. Se puede sentir profundo apego por quien es su cónyuge hace mucho tiempo, a la vez sentir pasión romántica por alguien de su entorno social y al mismo tiempo experimentar un deseo sexual mientras lee un libro mira una película sin que tenga ninguna relación con las otras personas
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